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Reglas no escritas del Gym

  • Silvia Getsemaní Galván Diego
  • 4 mar
  • 3 Min. de lectura

CUERPOS EN ARMONÍA

04 de marzo, 2025


Esta semana quiero hablarte sobre algunas reglas del Gym que probablemente no están escritas en ninguna parte, pero que sin duda te ayudarán a tener una buena relación con las personas de tu alrededor y a sentirte cómodo a lo largo de tu estancia en el gimnasio.


  1. Dependiendo la hora a la que vayas, será la cantidad de personas que habrá y eso puede variar en cada gimnasio. Personalmente me gusta ir cuando no hay tanta gente, ya que puedes ocupar las mancuernas y la máquina que quieras sin que alguien te pida alternarla y es más cómodo, pero no siempre es el caso, algunas veces tengo cosas que hacer y debo buscar otro horario para ir (seguramente te ha pasado lo mismo y no siempre puedes ir en el horario que te gustaría), si es así, sigue leyendo.

 

Sé que a muchos no les gusta alternar las máquinas y a veces la persona que está ocupándola le pone mucho peso con respecto al que nosotros cargamos (en ese caso es mejor esperar a que termine de ocuparla o usar otra en lo que esperas) pero si ese no es el caso y quieres ocupar la máquina, puedes alternar (no busques adueñarte del equipo).


Dicho esto, vamos con lo siguiente que va de la mano con el anterior.


  1. Algo que he visto es que muchos se quedan descansando en las máquinas después de hacer el ejercicio, si nadie la está ocupando o no hay mucha gente, tal vez no pasa nada, pero si alguna persona la quiere ocupar puedes ser un impedimento para alguien, así que cuando termines tus repeticiones y quieras descansar, te recomiendo esperar en un banco que nadie esté ocupando o donde veas que puedes hacerlo. Si estás alternando con alguien, puedes quedarte cerca de la máquina, pero no la uses como un lugar de descanso.


  1. Siguiendo con el equipo, cuídalo, no azotes los discos de las poleas ni dejes caer las mancuernas o la barra al piso (si es mucho peso, bájale), pero no azotes las cosas. Cada cierto tiempo le dan mantenimiento, pero eso no es justificación para que maltrates el equipo. El gimnasio no es solo para ti, es para todos, así que cuídalo.


  1. Por otro lado, cuando vayas a entrenar, lleva tu propia toalla, todos sudamos y es completamente normal, pero es incómodo para los demás usar una máquina cuando alguien la dejó llena de sudor, así que pon tu toalla en las bancas o respaldos de donde vayas a hacer tus ejercicios y sécate cuando sea necesario.


  1. De igual modo, te sugiero tener buenos hábitos de limpieza, ya que después de cada entrenamiento sudamos (aunque no siempre lo notes) y bañarnos ayuda a eliminar el ácido láctico que libera nuestro cuerpo al sudar, además nos ayuda a relajar los músculos, reducir el estrés y por supuesto a estar limpios. Esto te ayuda a ti y a las personas que te rodean.


  1. Como siguiente punto, recuerda usar las máquinas para lo que son, no las ocupes para hacer un ejercicio que no se hace ahí. Por ejemplo, es común ver a personas haciendo sentadillas búlgaras en el asiento para press banca o hip thrust y cuando alguien está haciendo pecho ahí, puede ser algo molesto, pues no es el único lugar donde puedes hacer esos ejercicios, normalmente hay más bancas donde puedes recargarte que no son para pecho, así que intenta utilizar esas.


  1. Cuando termines tu rutina, deja en su lugar lo que utilizaste, eres libre de usar todo lo que necesites, pero guarda las cosas al finalizar ya que alguien más puede ocuparlo y si no dejas las cosas en su lugar, será más difícil para los demás encontrarlas  o si dejaste una máquina cargada, será molesto tener que desocuparla para el próximo que quiera usarla, más si es mucho peso. Por otro lado, si dejas muchas mancuernas en el piso, le pueden estorbar a alguien o podría causar un accidente.



Estas cosas te ayudarán a tener una buena relación con los demás y a sentirte bien a lo largo de tu rutina en el gimnasio.



Recuerda que no eres el único que paga ahí su mensualidad, así que no solo pienses en ti, busca el bienestar de los demás para que haya un ambiente cómodo y agradable para todos, sé amable y no hagas cosas que afecten a los demás.



Espero haberte ayudado y que hayas aprendido cosas nuevas.


¡Te espero en la columna de la próxima semana!




Por: Getsemaní Galván





 
 
 

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