Ya no me gusta mi ternurin
- Janet Arteaga
- 7 may
- 2 Min. de lectura
Etérea Creativa
Me pasa que veo todas las familias y todas me gustan, pero realmente a la hora de comprar alguna figura sí soy más cuidadosa. Ahí es donde empiezo a descartar: cuáles me gustan más, cuáles me gustan menos, y al final decido con calma.
Inicialmente me pasó con mi primer ternurin. Pensé en que ya que haría el gasto, compraría uno que sí me guste de verdad, y gracias a mi cuidadosa selección no me arrepiento de haberlo comprado. Me sigue encantando. Pero me pasó algo curioso.
No hace mucho me regalaron un ternurin, aunque agradezco mucho el gesto, me dejó con una duda. Yo siempre había dicho que quería la jirafa fotógrafa. Realmente me gusta, me gusta mucho el color que tiene y su accesorio. Pero… no sé, como que algo no está funcionando con esta figura.
¿Por qué no conecto con ella?
Miro mis otros ternurines y es como: “ok, me gustan, los quiero”, pero con la jirafa es diferente. La veo y sí me gusta, pero creo que realmente solo me gusta porque tiene la cámara. No termino de conectar completamente con ella.
Entonces ¿qué hago?

Cuando no conectas con un ternurin (y no pasa nada)
Le di unas semanas y no pasó. Si te sientes igual que yo con alguna de tus figuras hay varias cosas que se pueden hacer:
Agradecer y dejarla ir
Puedes tomarle fotos lindas, conservar el recuerdo y luego intercambiarla con alguien más. A veces otra persona puede conectar con ella de una forma que tú no. Es un gesto bonito dejar que llegue a otro hogar donde sí será apreciada.
Personalizarla
Tal vez solo necesitas hacerla más tuya. Cambiale algún accesorio, crea una pequeña historia o incluso ponla junto a ternurines con los que sí tienes conexión para ver si cambia la energía. A veces lo que falta es contexto.
Guardarla un tiempo
No todo es amor a primera vista. Tal vez la conexión con esa figura llegue más adelante, cuando menos te lo esperes. Puedes darle un espacio en tu estantería, sin presión, y ver si solita encuentra su lugar.
Reflexionar sobre lo que realmente te gusta
Este tipo de dudas también sirven para conocerte más. ¿Qué es lo que realmente te atrae de un ternurin? ¿El color? ¿La historia que representa? ¿Un detalle del accesorio? Entender eso puede ayudarte a elegir mejor en el futuro.
Dentro de mi momento de reflexión me di cuenta que quizás es porque ya no tengo contacto con la persona que me la regaló y quiero deshacerme de todo recuerdo.
Aquí también tuve mis dudas, ¿será que debería devolvérsela a la persona que me la regaló? ¿será grosero venderla o intercambiarla por una que me guste más? En el fondo siento que a esa persona no le molestaría lo que yo hiciera con ese ternurin, siempre y cuando lo que haga con él me haga más feliz.
Y si después de hacer todo lo de la lista simplemente no te gusta… también está bien
Al final, no estamos obligadas a querer todas las figuras que en teoría deberían gustarnos. Parte del proceso es equivocarse, probar, experimentar y aceptar que nuestros gustos cambian. Lo importante es disfrutar el camino y no juzgarnos.

JANET ARTEAGA
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