Que te vaya bonito
- Jo Morrison
- 17 abr
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Que te vaya bonito es una de esas canciones que duelen, pero que se cantan con el alma. En la voz de Vicente Fernández, este clásico de la música ranchera se convierte en un adiós elegante y desgarrado. No es una despedida llena de rencor, sino una bendición envenenada: “que te den lo que no pude darte, aunque yo te haya dado de todo”.
La canción, escrita por José Alfredo Jiménez, es un ejemplo claro de cómo el despecho y la nobleza pueden coexistir. Vicente la interpreta con esa mezcla única de firmeza y melancolía que lo caracteriza, haciendo que cada palabra suene como una sentencia firme, pero también como una caricia al pasado.
Más que un reclamo, Que te vaya bonito es una carta abierta a quien se fue, un mensaje de quien aún ama, pero ha entendido que no puede quedarse donde no es querido. Es el orgullo del charro herido, que no ruega, pero tampoco olvida.
Escuchar esta canción es recordar que incluso en el desamor, hay dignidad. Que no siempre gana quien se queda o quien se va, sino quien aprende a soltar con clase. En un mundo donde se grita el odio después del amor, esta canción sigue siendo un ejemplo de cómo irse con el sombrero bien puesto.
Y aunque uno no quiera, llega el día en que toca decir “que te vaya bonito”, mordiéndose el corazón, pero sin bajar la mirada.
Por: Jo Morrison
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