Dunkerque (2017) - Silencio, Suspenso y Supervivencia Histórica
- Pablo Arturo Reyes Avila
- 22 abr
- 2 Min. de lectura
Detrás de cámara
21 de abril, 2025
Con Dunkerque (2017), Christopher Nolan se alejó de las tramas complejas y los viajes en el tiempo para ofrecer una experiencia cinematográfica casi sensorial. La película narra la evacuación de más de 300,000 soldados aliados atrapados por el ejército nazi en la playa de Dunkerque, Francia, durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, más allá de la espectacularidad técnica, hay detalles históricos y cinematográficos que vale la pena explorar.
Nolan estructura la película desde tres puntos de vista: tierra (una semana), mar (un día) y aire (una hora). Esta decisión narrativa no solo genera tensión, sino que también muestra la complejidad del evento desde distintos ángulos. Aunque los personajes tienen poco diálogo, esto es intencional ya que Dunkerque prioriza la acción sobre las palabras, transmitiendo emociones a través de la música, el sonido y la imagen.
La operación Dínamo, como se le conoció, ocurrió entre el 26 de mayo y el 4 de junio de 1940. La película retrata con bastante exactitud la desesperación de los soldados, la falta de cobertura aérea en los primeros días y la participación de embarcaciones civiles que cruzaron el Canal de la Mancha para ayudar en el rescate. Nolan incluso filmó en la playa original de Dunkerque y usó barcos reales de la época.
Hans Zimmer compuso una banda sonora basada en el tictac de un reloj que Nolan le grabó con su celular. Esta música, combinada con el sonido de fondo, crea una atmósfera constante de urgencia. La sensación de que el tiempo se acaba está presente desde el primer minuto hasta el último.
A diferencia de muchas películas de guerra, Dunkerque evita mostrar al enemigo directamente. Los soldados alemanes apenas aparecen en pantalla, lo que refuerza la sensación de amenaza invisible. También hay detalles técnicos notables como cuando Nolan usó cámaras IMAX en escenarios reales, evitando CGI siempre que fue posible. Además, la historia se cuenta desde el punto de vista británico, lo que ha generado debate sobre la omisión del papel de tropas francesas y coloniales.
Dunkerque no es una película de grandes discursos ni de héroes tradicionales. Es una historia sobre resistir, esperar y escapar. El enfoque en jóvenes soldados anónimos le da un carácter casi universal podría ser cualquiera en esa playa. Esto la convierte en una reflexión poderosa sobre la vulnerabilidad humana en tiempos de guerra.
Dunkerque combina lo histórico con una ejecución técnica impecable, convirtiéndola en una experiencia cinematográfica inmersiva. Nolan demuestra que se puede contar una historia de guerra sin glorificar la violencia, centrándose en el miedo, la confusión y el instinto de supervivencia. Una película que, sin duda, merece su lugar en Detrás de Cámara.
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Pablo Arturo Reyes Ávila
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