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¿Está bajando la fiebre por los ternurines?

  • Janet Arteaga
  • 5 mar
  • 3 Min. de lectura

Etérea creativa

Últimamente he notado que el entusiasmo por los ternurines parece estar disminuyendo. Cada vez es más común ver publicaciones en redes sociales donde las personas ponen en venta sus figuras, y no solo algunas piezas, sino colecciones enteras. Muchas de estas publicaciones incluyen frases como "por motivos personales" o "ya no conecto con mis figuras", lo que sugiere que algo ha cambiado en la relación que los coleccionistas tenían con estos adorables personajes.  


Además, me ha llamado la atención que muchas de estas ventas parecen repetirse, es decir, las mismas figuras vuelven a aparecer una y otra vez en los grupos. Esto podría significar que la demanda ya no es tan alta como antes y que la gente está teniendo dificultades para vender sus figuras. En su momento, las Sylvanian Families llegaron a ser un fenómeno en redes sociales, con muchas personas iniciando sus colecciones por la influencia de creadores de contenido o simplemente por la nostalgia que evocaban. Sin embargo, todo indica que esta fiebre está perdiendo fuerza.  



¿Por qué está pasando esto?  


Uno de los factores más evidentes es que las modas son pasajeras. Aunque Sylvanian Families ha existido desde los años 80 y han tenido una comunidad fiel de coleccionistas, su popularidad tuvo un resurgimiento importante en los últimos años, especialmente en redes sociales como Instagram y TikTok. La tendencia llevó a que muchas personas compraran sus primeras figuras y se sumaran al mundo del coleccionismo, pero, como ocurre con cualquier moda, con el tiempo algunas personas pierden el interés y buscan nuevas aficiones.  


Muchas personas, influenciadas por la tendencia, compraron grandes cantidades de figuras sin pensar a largo plazo en si realmente querían mantenerlas. Ahora, enfrentándose a la realidad de que sus colecciones ocupan demasiado espacio o de que simplemente ya no les generan la misma emoción que antes, están optando por venderlas.



También está el tema económico. En un contexto donde los gastos esenciales están aumentando, muchas personas han comenzado a priorizar en qué invierten su dinero. Los Sylvanian Families no son baratos, y mantener una colección puede volverse costoso, especialmente si se buscan figuras exclusivas o importadas. Para algunas personas, vender sus Ternurines es una forma de recuperar parte del dinero invertido y destinarlo a otras cosas más prioritarias.  


Además, el mercado de los Ternurines en reventa se saturó. Cuando hay muchas personas vendiendo lo mismo y menos personas interesadas en comprar, los precios bajan y las ventas se vuelven más difíciles. Lo que antes era una figura difícil de conseguir y muy cotizada, ahora aparece en varias publicaciones, lo que disminuye su atractivo y su valor en el mercado.  



¿Es el final de los Ternurines?  


No creo que sea así. Aunque su popularidad masiva parece estar disminuyendo, esto no significa que desaparecerán. Como ocurre con muchas tendencias, es posible que la fiebre por coleccionarlos haya pasado su punto más alto y ahora solo permanezcan en el hobby aquellos que realmente disfrutan de la colección a largo plazo.  


Los verdaderos fanáticos seguirán apreciando los Ternurines, y es probable que en el futuro vuelvan a tener otro resurgimiento, ya sea por una nueva generación de coleccionistas o por alguna estrategia de marketing que los haga relevantes de nuevo. Sin embargo, por ahora, es innegable que el entusiasmo general ha disminuido, y estamos viendo cómo muchas personas que antes eran parte del boom de los Sylvanian Families están dejando el hobby atrás. 




Janet Arteaga 

IG: @janetartsanch


 
 
 

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